Querido lector:
¡Qué caprichoso es el destino! Resulta que esta vez ha decidido que por casualidad te encontraras con mi blog. Probablemente le darás a la flecha de atrás y te olvidarás hasta de que has entrado aquí, pero si por alguna razón decides hacer caso a esa fuerza invisible que te trajo hasta mí, y seguir leyendo, sólo puedo darte las gracias por ser los oídos que me escuchen, y los ojos que me lean. Espero poder llegar a tocarte el corazón, pero si no por lo menos deseo que disfrutes de esta visita. Quién sabe, a lo mejor tenemos más en común de lo que te imaginas, y te invito a que te sumerjas en este mar de letras que te vas a encontrar.

martes, 29 de septiembre de 2015

Tormento

Ni la fuerza de la tormenta 
ni el rugido del viento y 
los rayos descargando ira 
pueden compararse  
con un odio primitivo 
nacido en las entrañas 
de un cielo enfurecido. 
Si de la rabia brota 
la más sincera repugnancia 
hacia el ser, que es y no es  
pero tampoco quiere ser. 
Y aunque la tempestad 
calme y se esconda 
aunque el sol salga, 
sigue al acecho, 
para surgir bajo la apariencia 
de un rostro en el espejo.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Contrareloj

Mi lucha,
una guerra sin espadas
en la que las agujas son puñales.
Corriendo tras los números
que con cada movimiento
una estocada,
tan leve como letal.
Intentando ganar tiempo
mientras pierdo puntos
en una batalla perdida.
Existiendo sin existir,
siendo sin ser,
viviendo sin vivir.
En una carrera contracorriente
huyendo de nada.
Robando minutos al tiempo
esclava de las horas
suspirando con cada segundo
y en cada momento
un instante restado
de la eternidad.
De una eternidad finita
y un finito eterno
llamado vida.