Querido lector:
¡Qué caprichoso es el destino! Resulta que esta vez ha decidido que por casualidad te encontraras con mi blog. Probablemente le darás a la flecha de atrás y te olvidarás hasta de que has entrado aquí, pero si por alguna razón decides hacer caso a esa fuerza invisible que te trajo hasta mí, y seguir leyendo, sólo puedo darte las gracias por ser los oídos que me escuchen, y los ojos que me lean. Espero poder llegar a tocarte el corazón, pero si no por lo menos deseo que disfrutes de esta visita. Quién sabe, a lo mejor tenemos más en común de lo que te imaginas, y te invito a que te sumerjas en este mar de letras que te vas a encontrar.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Navidad

Te he escuchado decir mil veces
cuánto odias la Navidad
te he oído rechistar con los adornos de las calles
y te quejas cuando te regalan
pero te gusta regalar.
Si la Navidad es sentarse
con un par de menos que desconocidos,
olvidarse del hambre
y rescatar cada céntimo,
correr para llegar antes que el tiempo
y que los Magos tengan tiempo a llegar.
Si eso es Navidad,
Cariño te comprendo.
Pero es que para mi la Navidad
es adornar la casa
y echarte el lazo con una guirnalda
mientras ponemos el árbol,
para atarte a mí
y que nos olvidemos de bolas y luces.
Y que sea la luz el primer plano
de nuestras vidas.
Es hacer galletas
y ver lo guapo que estás
maquillado de harina,
y que una semana después
aún nos quede polvo en las orejas.
Es hacer figurines
con polvorones escachados
y luchar
por cuál es el más bonito.
Para mi la Navidad
es desafiar al frío
comiendo helados
cuando todo el mundo está abrigado,
y mancharnos las ganas de besarnos
con chocolate por toda la cara .
Son el antojo de churros
la noche del día 5
e imaginar formas
para nubes rosadas de algodón.
Para mi la Navidad
es desgarrarme la garganta
por cantar más alto
ese villancico que tanto te molesta.
Para mí la Navidad
es verte enfadar cuando hablo de tu regalo
y verte la cara cuando lo abres.
Para mí la Navidad
es luchar
más que nunca por tu felicidad
para un día oírte decir
Amor cuánto me gustas en Navidad,
Cuánto me gusta la Navidad.
Y que esperes ver las calles decoradas
para que te recuerden
a nosotros viviendo una Navidad
que nada tiene que ver
con bolsas de compras
y compras con prisas.
Sino más bien tiene que ver
con lo que te quiero
y lo que me quieres.
Porque Amor
la Navidad es eso,
amor.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Indiferecia

Que se derrumbe el mundo a mis pies
que la tierra deje de girar
que el tiempo se detenga en un momento
que deje de haber suelo bajo mis zapatos.
Que lluevan las ruinas
y que me golpeen
que me entierren,
que seguiré en pie.
Que si entre todos destruimos el hogar,
nuestro hogar,
yo tengo el mío personal.
Donde no me hace falta una batalla
por arriesgar el pellejo,
que prefiero las batallas en pelis
y la seguridad de tu abrazo.
Tampoco tengo que recomponer el puzle
con los escombros que cayeron
cuando no fui yo quien los mando a volar.
Yo solo soy quien observa el desastre
quien no hace nada por pararlo
ni por reconstruirlo
pero que tampoco se lamenta.
Que preferí que una vez derrumbara
a estar temiendo siempre la caída.
Y el tiempo y las mentiras
y las verdades
siguen su paso.
Su camino de destrucción
su halo de desolación.
Y hay quien diga
que no tengo corazón
pero después de tanto
siente fresca la brisa del otoño.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Miedos

Perdería todos los trenes del mundo
por encadenar el tiempo a tus labios
que los besos sepan a minutos eternos
y pueda agarrar los segundos con mordiscos.
Rompería el silencio
con la fuerza de cien huracanes
gritando cuanto te quiero
Irrumpiría en tu vida
con la fuerza de cien mareas
golpeando en las rocas.
Como hiciste tú en mi corazón.
Daría mi ser
por enseñarte lo que soy.
Y las hojas de otoño
tiemblan de miedo antes de caer,
y me siento temblar
por la llegada del frío
de un invierno tan cálido
que se llama amor.
Como un pájaro con vértigo
en su primer vuelo.
Como un esclavo que
por primera vez
saborea la libertad.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Dudas

No sé si quererte
o luchar contra este enemigo sin nombre
que con la fuerza de su ejercito
intenta abrirse camino en mi pecho.
Si soplar la llama
de una vela traicionera
que no se apaga.
Y seguir soplando
hasta extinguir la luz
con la que irrumpiste
en mi oscuridad.
No sé si echar candados y llaves
si bloquear las entradas y salidas
si levantar murallas
y no ver más horizontes que los bloques
y no conocer más frontera
que los miedos.
No sé si negarlo
o aceptar
que ya sabía de que iba el juego
antes de empezar.
No sé si quedarme en tierra
o partir hacia alta mar
y navegar sin rumbo.
Si cuidar mis alas
manteniendo un tesoro
o echar a volar
y lucirlas,
y desgastarlas en el aire
hasta que agoten su polvo de hadas.
No sé si abandonarme
al amor y al dolor
y descansar.
Porque hay veces
que siento que estoy cansada
de tanta guerra
de tanta batalla
de tanto luchar sin ganar,
de tanto luchar sin perder.
De tanto luchar para evitar una lucha.
Sin saber lo que es ganar
y sin saber lo que es perder.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Despedida

He visto mil despedidas
en una estación,
pero si toca decir adiós
de verdad,
de los que gritan en lágrimas
quédate a mi lado aunque te lleve conmigo
llévame contigo aunque te apartes de mi lado
es cuando por primera vez morimos
cuando el corazón resta un latido
que recordará
hasta que no pueda más
tu ausencia.
Ya no vale lo que quise decir
pero no dije
lo que hice mal y aún sabiéndolo
seguí igual.
Y si ese día no quise verte
si por rutina no quise repetir
si por cansancio quise descansar,
cómo no me dices que te vas
cómo me dejas con esta carga
de mil cosas por decir
de un arrepentimiento que pesa como losa.
Y otra cosa,
no recuerdo decir que te quería
pero si que me costaba darte un beso
y contarte la historia de mis días.
Ya no existe un mañana
que pueda cambiar el hoy.
Y ahora qué
solo queda pedir perdón
aliviar al corazón
del dolor que supone no tenerte.
Y decir
que te quiero y te querré siempre.

viernes, 30 de octubre de 2015

Diluvio

Me asusto cuando llueve 
sin pensar 
que el comienzo del mar 
está en el diluvio. 
Me asusto cuando llueve 
sin recordar 
que Alicia casi se ahoga en lágrimas 
antes de encontrar las Maravillas. 
Me asusto cuando llueve 
aunque sé 
que se puede llorar de placer. 
Me asusto cuando llueve, 
y le temo a la tormenta,
al tronar de rayos 
y al resplandor de truenos. 
Me asusto cuando llueve 
porque no es normal  
en mi mundo de medias nubes
de medio sol 
de medias verdades 
medios amores  
y medios dolores. 
En mi media realidad 
sólo llueven palabras 
en un diluvio de ideas. 
En mi mundo a medias, 
mi medio mundo, 
nunca llueve fuerte, 
Nunca hay tormentas 
que lamenten daños. 
En mi medio mundo 
mi mundo a medias 
nunca sale el sol. 

viernes, 23 de octubre de 2015

Guerra Fría

Que de la boca broten las palabras
con la fuerza de una avalancha
de resentimiento.
Que las balas sean de ira
de rabia contenida
y agua salada.
Que lluevan puñales envenenados
y agua salada.
Que se claven,
que sangren de dolor
y agua salada.
Y que se curen las heridas
con agua salada.
Que el fuego de un rencor
del odio o el amor
sea vida,
y que no haga frío
en invierno,
porque si lo hace
no recuperará un verano.
He visto mil almas perderse
en un eterno invierno
llamado Guerra Fría.

viernes, 9 de octubre de 2015

Interrupción

¿Qué es una mariposa
si no una distracción en la habitación?
Si un halo de ideas
es el recorrido del batir
de unas agitadas alas
que se mueren por tocar el cielo
y mueren en un soplo.
Y si en el soplo no muere
si es el trayecto del pensamiento,
¿qué soy yo
si no una distracción en la vida?
La interrupción de un soplo
y la obstrucción de un canal,
un paréntesis en medio de un mar
llamado eternidad.
Y si me siento eterno
entrando en un final,
¿qué es una vida
si no una distracción del ser que soy?
La consecuencia sin causa,
el es sin por qué,
de un capricho que,
como en la peligrosidad
de la velocidad adictiva,
alguien se sale del camino
y no sabe volver.

martes, 29 de septiembre de 2015

Tormento

Ni la fuerza de la tormenta 
ni el rugido del viento y 
los rayos descargando ira 
pueden compararse  
con un odio primitivo 
nacido en las entrañas 
de un cielo enfurecido. 
Si de la rabia brota 
la más sincera repugnancia 
hacia el ser, que es y no es  
pero tampoco quiere ser. 
Y aunque la tempestad 
calme y se esconda 
aunque el sol salga, 
sigue al acecho, 
para surgir bajo la apariencia 
de un rostro en el espejo.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Contrareloj

Mi lucha,
una guerra sin espadas
en la que las agujas son puñales.
Corriendo tras los números
que con cada movimiento
una estocada,
tan leve como letal.
Intentando ganar tiempo
mientras pierdo puntos
en una batalla perdida.
Existiendo sin existir,
siendo sin ser,
viviendo sin vivir.
En una carrera contracorriente
huyendo de nada.
Robando minutos al tiempo
esclava de las horas
suspirando con cada segundo
y en cada momento
un instante restado
de la eternidad.
De una eternidad finita
y un finito eterno
llamado vida.

viernes, 21 de agosto de 2015

Perdida

No soy más
que el reflejo que me mira
a través del agua cristalina
de un mar en calma.
No soy más
que la imagen que se difumina
con el movimiento de las olas.
Y esas veces que se agita tanto
que no puedo atisbar
ni un contorno desdibujado.
Dejo de ser
y no sé quién soy.
Si el mar se lleva mi persona
y un cuerpo vacío,
en la orilla aguarda su regreso.
Contando al tiempo
que espera que la vida cambie
que la tempestad se calme,
volver a verme reflejado
y que el reflejo me devuelva lo que fui.
Y espero, y espero.
Y he visto cien amaneceres
sin haber vivido.
El mar
vive por mí
revolviéndose
subiendo y bajando
con las mareas.
Sin descansar un momento
en el que pueda recordar
lo que era y dejé de ser.
Porque no soy más que un reflejo
en el agua de un mar el calma.
Y cuando hay tempestad
y no logro verme,
dejo de ser,
y no sé quien soy.

jueves, 23 de julio de 2015

Mi primer amor

Recuerdo como una vez me preguntaste
si te había escrito o si te escribía,
recuerdo también que te respondí que no
que escribir era el consuelo del alma
que sólo escribía a quién me causaba dolor.
Recuerdo que fue entonces
cuando comencé a hacerlo
y no porque me hicieras daño, no
ni para calmar al corazón.
Decidí que te merecías más mis líneas
que cualquiera que me hiciera sufrir
y que cada vez que las leyera
recordara lo que me hacías sentir,
el porqué te amaba
y porqué te sigo amando.
Sí que escribía para calmar al corazón
un corazón que moría de amor.
Y te dediqué versos
intentando decir lo que los labios callaban
lo que el silencio gritaba.
Te dediqué versos
intentando demostrar lo que mi alma sentía
lo que escondía el corazón.
Que pena que no fueses un gran lector...
Porqué después del fin del mundo
te escribí un sin fin de letras,
dejé que lágrimas de tinta mancharan el papel
que fuera mi sangre que me abandonaba
la que diera vida a esas rimas.
Y si hoy me preguntas
si te escribo o te escribí
te diría que exprimiste mi corazón en versos,
que lo dejaste seco
y rebosante de un amor
que quema si no estas
y se vuelve fuego en los dedos
que sin ti sólo saben de escribir.
Escribir, escribir, escribir...
Escribir nuestra historia
presentar mi alma rota
y presentarte como aquel 
que me deshizo en pedazos
porque ¿recuerdas? 
sólo escribo a quién me hace daño.
Y aunque fuiste la excepción que completa la regla
decidiste ceñirte a la norma.
Decidiste hacerme sufrir,
aunque me aferro a creer 
que tampoco querías esto,
convertirte en el alma de la pluma
convertirte en mi musa.
Y hoy muchos te conocen
como el chico sin nombre 
que se esconde detrás de los poemas
Otros se preguntan si eres real
o sólo eres una creación de la imaginación
el espejismo de un corazón que anhela amar.
Pero sólo yo podré dictar cuán real fuiste
y el fantasma que eres.
Si hoy me preguntaras
te daría las gracias
por enseñarme lo que es el amor
por enseñarme también el dolor
por no abandonarme 
al convertirte en inspiración.
Muchos te conocen
como el chico sin nombre
que se esconde detrás de los poemas.
Pero si que tienes nombre,
mi primer amor.

lunes, 20 de julio de 2015

Querido corazón

Cómo le explico al corazón
si no entiende de razón
que solo sabe de sentir
y de tanto sentir no sabe lo que siente.
Debe ser que esto de nosotros
se le quedo grande
tanto tiempo esperando...
sin saber que esperaba
que tu llegaras
y acabaras con esta aprensión.
Aprensión que encadena
al corazón,
atado a los límites de tu cercanía
sin pensar que
puede vivir al límite si le llevas de la mano.
Pero aún tiene miedo,
miedo de que no sea real
que después de tanto esperar
y ahora que ha asumido la verdad despierte.
Despierte y que todo siga igual
un corazón atado
que sin cadenas
no sabe que hacer con tanto espacio.
Cómo le explico al corazón
que ya no tiene que temer
que puedo asumir que estoy loca por ti.
Que no hay peligros
ni libros sin final feliz,
aunque el único final que quiera
sea el de la prisión que vivo sin tu amor.
Sólo quiero un cuento
que no se acabe
poder escribir contigo
nuestra historia interminable.
Podremos comenzar por ese final
firmado con un reguero de besos
desde el cuello hasta la boca,
y que en la boca dejó de ser beso
Siendo la llave del alma
de las cadenas del corazón
siendo un viaje de ida al cielo
que devolvió mis pies al suelo.
Cómo le explico al corazón
que con el roce de tus labios
cambió el mundo de color
del blanco y negro
al rojo pasión.
Cómo le explico si no entiende de razón
si siente tanto que no sabe que sentir
y sentir se queda corto a lo que siente.
Si solo sabe de tus idas y venidas,
si solo entiende de tu presencia
y a desesperarse con tu ausencia.
Cómo le explico al corazón
que no llore
que ya estás aquí.
Aunque esas lágrimas
escondan palabras nunca dichas
que sean las lágrimas del pecado
que te pertenecen
porque sólo quiero pecar contigo.
Si son las lágrimas de saberte cerca
son las lágrimas de saberme completa
y saber que te completo.
Cómo le explico al corazón
que tu beso se transformó
en eso a lo que llaman amor.