Te he escuchado decir mil veces
cuánto odias la Navidad
te he oído rechistar con los adornos de las calles
y te quejas cuando te regalan
pero te gusta regalar.
Si la Navidad es sentarse
con un par de menos que desconocidos,
olvidarse del hambre
y rescatar cada céntimo,
correr para llegar antes que el tiempo
y que los Magos tengan tiempo a llegar.
Si eso es Navidad,
Cariño te comprendo.
Pero es que para mi la Navidad
es adornar la casa
y echarte el lazo con una guirnalda
mientras ponemos el árbol,
para atarte a mí
y que nos olvidemos de bolas y luces.
Y que sea la luz el primer plano
de nuestras vidas.
Es hacer galletas
y ver lo guapo que estás
maquillado de harina,
y que una semana después
aún nos quede polvo en las orejas.
Es hacer figurines
con polvorones escachados
y luchar
por cuál es el más bonito.
Para mi la Navidad
es desafiar al frío
comiendo helados
cuando todo el mundo está abrigado,
y mancharnos las ganas de besarnos
con chocolate por toda la cara .
Son el antojo de churros
la noche del día 5
e imaginar formas
para nubes rosadas de algodón.
Para mi la Navidad
es desgarrarme la garganta
por cantar más alto
ese villancico que tanto te molesta.
Para mí la Navidad
es verte enfadar cuando hablo de tu regalo
y verte la cara cuando lo abres.
Para mí la Navidad
es luchar
más que nunca por tu felicidad
para un día oírte decir
Amor cuánto me gustas en Navidad,
Cuánto me gusta la Navidad.
Y que esperes ver las calles decoradas
para que te recuerden
a nosotros viviendo una Navidad
que nada tiene que ver
con bolsas de compras
y compras con prisas.
Sino más bien tiene que ver
con lo que te quiero
y lo que me quieres.
Porque Amor
la Navidad es eso,
amor.