Querido lector:
¡Qué caprichoso es el destino! Resulta que esta vez ha decidido que por casualidad te encontraras con mi blog. Probablemente le darás a la flecha de atrás y te olvidarás hasta de que has entrado aquí, pero si por alguna razón decides hacer caso a esa fuerza invisible que te trajo hasta mí, y seguir leyendo, sólo puedo darte las gracias por ser los oídos que me escuchen, y los ojos que me lean. Espero poder llegar a tocarte el corazón, pero si no por lo menos deseo que disfrutes de esta visita. Quién sabe, a lo mejor tenemos más en común de lo que te imaginas, y te invito a que te sumerjas en este mar de letras que te vas a encontrar.

sábado, 22 de octubre de 2016

Dejando de ser, siendo

Lograré encontrarme 
Cuando aprenda que soy 
Cuando estoy perdida. 
Intenté encender una vela 
En una ventisca 
La misma que perdió el velero 
Sin mapa y sin brújula 
 Cual escapa del sendero. 
Intenté no perderme 
Mientras me perdía 
Yo y mi manía 
De ser fugitiva 
En un reclame de atención 
Se busca corazón  
Roto. 
Cuando aparezca desapareceré 
Porque soy cuando no estoy 
Y si estoy dejo de ser. 
To be no existe en mi. 
Dos yo que no se conocen 
Centinelas si intento acercarlos 
Como agua y aceite 
Y limón con sabor amargo. 
Soy el imitador de arte 
Que parte su alma y su pincel 
Por plasmar sentimientos ajenos a él. 
El músico que se vende 
Al público 
Que pisa su ideal y se vuelve comercial, 
Solo para vender más. 
Soy esa que busca su esencia 
En un frasco de Chanel chance. 
La que lee un libro y sueña con escribirlo 
Pero que se empeña que no es capaz 
De empezar a crear 
Y ni si quiera lo intenta. 
La que se eclipsa  
Con tantos sueños por cumplir 
Y cumple años y sopla velas 
Velando sus deseos 
Que se cumplen solo al dormir. 
Soy esa que piensa 
Que logrará encontrarse  
Cuando aprenda que es 
Cuando está perdida.