Mi lucha,
una guerra sin espadas
en la que las agujas son puñales.
Corriendo tras los números
que con cada movimiento
una estocada,
tan leve como letal.
Intentando ganar tiempo
mientras pierdo puntos
en una batalla perdida.
Existiendo sin existir,
siendo sin ser,
viviendo sin vivir.
En una carrera contracorriente
huyendo de nada.
Robando minutos al tiempo
esclava de las horas
suspirando con cada segundo
y en cada momento
un instante restado
de la eternidad.
De una eternidad finita
y un finito eterno
llamado vida.
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