Querido lector:
¡Qué caprichoso es el destino! Resulta que esta vez ha decidido que por casualidad te encontraras con mi blog. Probablemente le darás a la flecha de atrás y te olvidarás hasta de que has entrado aquí, pero si por alguna razón decides hacer caso a esa fuerza invisible que te trajo hasta mí, y seguir leyendo, sólo puedo darte las gracias por ser los oídos que me escuchen, y los ojos que me lean. Espero poder llegar a tocarte el corazón, pero si no por lo menos deseo que disfrutes de esta visita. Quién sabe, a lo mejor tenemos más en común de lo que te imaginas, y te invito a que te sumerjas en este mar de letras que te vas a encontrar.

viernes, 26 de febrero de 2016

Le gritaba al mundo cuanto la quería
Susurrándole al oído
Regalándole un suspiro
Suspirando por un beso
Besándole hasta el alma
Amándole sin remedio
Remediando las herida
Y olvidando que existieron.
Fueron 
Son
Eso que todos llaman amor,
Sin dolor, sin error, sin traición.
Eso que todos quieren vivir,
Sentir, descubrir, escribir.
Mirar como se miran
Miradas como las suyas
Que excluyan al resto
Sin pretextos.
Camino directo
Sin escalas ni excusas
Ni dudas ni rodeos,
Sin peros ni miedos,
Dirección cielo.
Y cuando se olvida
De quien es
Llega ella de color purpurina
Recordándole
Que es el amor de su vida.
Y cuando necesitan tiempo juntos
Paran los minutos en un beso clandestino
Vestidos de inocencia
Y con el destino a cuestas
Cuento de hadas
Hadas con magia
Magia del amor
Amor de los dos 
Dos enamorados,
Tu y yo.

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