Querido lector:
¡Qué caprichoso es el destino! Resulta que esta vez ha decidido que por casualidad te encontraras con mi blog. Probablemente le darás a la flecha de atrás y te olvidarás hasta de que has entrado aquí, pero si por alguna razón decides hacer caso a esa fuerza invisible que te trajo hasta mí, y seguir leyendo, sólo puedo darte las gracias por ser los oídos que me escuchen, y los ojos que me lean. Espero poder llegar a tocarte el corazón, pero si no por lo menos deseo que disfrutes de esta visita. Quién sabe, a lo mejor tenemos más en común de lo que te imaginas, y te invito a que te sumerjas en este mar de letras que te vas a encontrar.

lunes, 8 de febrero de 2016

Esa mano está pidiendo a gritos
enlazarse con mis dedos
y que juntos echemos abajo esos mitos
que hablan de destinos malditos
y amores sin corresponder.
Esa boca es un ruego
del aliento de mis labios
y del talento sin fallo
de llevarme al cielo
y no dejarme caer.
Tu piel es una súplica
a un roce, una caricia
la última noticia
no sé de donde
que esconde lo que te puedo querer.
Y quererte, y besarte
y pensarte y soñarte.
Y despertar a tu lado
y que tu hombro sea el paraíso encontrado.
Que tus ojos sean hogar
y tu sonrisa la forma de saber amar.
Que amar solo se pueda conjugar
en nosotros
y que nosotros seamos los únicos
que sepamos amar
de verdad.
Y es que conviertes en cielo
el suelo que pisas,
y ya estoy tan acostumbrada a tu suelo
que el cielo sin ti sería infierno.
Infierno es alejarme de tu lado
los minutos que pasamos separados
una eternidad.
Y ni la eternidad es eterna
si la paso junto a ti.
Un sin fin de recuerdos.
Tiernos los labios cuando te muerdo,
enamorada la mirada cuando te miro
hundido el amor si no es contigo.
Estás en la lista de los mas buscados
culpable de hacerme feliz
de unir los cables
y esposarte a mi.
Ladrón de besos robados
artista de pintar sonrisas.
Bandolero clava bandera
en la piel
de una doncella
y ella 
se entrega a él.

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