Querido lector:
¡Qué caprichoso es el destino! Resulta que esta vez ha decidido que por casualidad te encontraras con mi blog. Probablemente le darás a la flecha de atrás y te olvidarás hasta de que has entrado aquí, pero si por alguna razón decides hacer caso a esa fuerza invisible que te trajo hasta mí, y seguir leyendo, sólo puedo darte las gracias por ser los oídos que me escuchen, y los ojos que me lean. Espero poder llegar a tocarte el corazón, pero si no por lo menos deseo que disfrutes de esta visita. Quién sabe, a lo mejor tenemos más en común de lo que te imaginas, y te invito a que te sumerjas en este mar de letras que te vas a encontrar.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Despedida

He visto mil despedidas
en una estación,
pero si toca decir adiós
de verdad,
de los que gritan en lágrimas
quédate a mi lado aunque te lleve conmigo
llévame contigo aunque te apartes de mi lado
es cuando por primera vez morimos
cuando el corazón resta un latido
que recordará
hasta que no pueda más
tu ausencia.
Ya no vale lo que quise decir
pero no dije
lo que hice mal y aún sabiéndolo
seguí igual.
Y si ese día no quise verte
si por rutina no quise repetir
si por cansancio quise descansar,
cómo no me dices que te vas
cómo me dejas con esta carga
de mil cosas por decir
de un arrepentimiento que pesa como losa.
Y otra cosa,
no recuerdo decir que te quería
pero si que me costaba darte un beso
y contarte la historia de mis días.
Ya no existe un mañana
que pueda cambiar el hoy.
Y ahora qué
solo queda pedir perdón
aliviar al corazón
del dolor que supone no tenerte.
Y decir
que te quiero y te querré siempre.

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